En las excavaciones de urgencia realizadas en el yacimiento durante los años 1988-1989 por D. Francisco M. Alcaraz tuvo lugar el hallazgo de un área industrial dedicada a la producción de salazones cuyo uso ha podido datarse entre un momento avanzado del siglo III a.C. y finales del siglo II a.C., como ejemplo de la ya conocida superposición de factorías romanas sobre antiguas instalaciones fenicias durante la transición púnico-romana.
Probablemente se trató de un conjunto de cuatro piletas, de las cuales sólo se conservan parcialmente dos de ellas. Las piletas están levantadas con muretes de pequeñas piedras y argamasa y revestidas con un revoco de mortero de cal, sin fragmentos cerámicos en su mezcla. Presentan planta de tendencia rectangular con los ángulos ligeramente redondeados, aunque con anchura variable estrechándose hacia su lado sureste.
La más completa, situada al Este, únicamente conserva intacto el lado sureste, que mide 1’56 m de longitud; los dos restantes miden 2 m y 1’5 m respectivamente. Su fondo presenta una poceta circular de 44 cm de diámetro y 13cm de profundidad útil para la limpieza del depósito situada de forma excéntrica. La segunda pileta, situada al Oeste, se encuentra destruida casi por completo y sólo se llegó a documentar en uno de los perfiles de la excavación.
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Laura Moya Cobos, «Villaricos VII (Cuevas del Almanzora, Spain)», RAMPPA, Atlantic-Mediterranean Excellence Network on Ancient Fishing Heritage (http://ramppa.uca.es/cetaria/villaricos-vii), 12 May, 2016.