Las primeras noticias acerca de la ocupación romana en Benalmádena, datan de mediados del siglo XX cuando, Giménez Reyna (1946: 60), hace alusión a la existencia de una villa, denominada entonces “villa Mauritana”, la cual ofrecía “restos de fuertes cimentaciones, pilas salsarias y solerías de opus signinum y con numerosos fragmentos de cerámica por el contorno”. Tal y como señalara Temboury (1975: 208-209) en “Huerta de la Marenga se localizan los restos de un pequeño muelle. Se trata de una villa a mare vinculada a una instalación de carácter industrial dedicada a la explotación de los recursos marinos, un complejo industrial constituido por un total de diecinueve piletas dispuestas en batería con orientación norte-sur a lo largo de 50 metros y una habitación anexa por el lado norte (Pineda de las Infantas Beato, 2007, 293; lám. I y Fig. 2). Las piletas, enlucidas con opus signinum y fondo matado mediante medias cañas, presentaban dimensiones similares, 2,00 m por 1,80 m de lado y 2,00 m de fondo, salvo la central, que ofrecía unas dimensiones de 3,53 por 1,80 m y 2,00 m de fondo.
Distintas muestras en el interior de un ánfora Beltrán IIB, una pileta y un pequeño dolium analizadas por la Dra. Carmen Lozano ha deparado un cierto predominio de jureles (53,45%), seguido de sardinas (43,96%) y mínima proporción de congrio (1,72%) y 0,86% de merluza/bacalailla o brótola.
La mayor parte de la fauna aparece dentro de lo denominado por sus excavadores como un pequeño dolium y del ánfora. Hay 10 especies identificadas. Son individuos jóvenes, pescados cerca de la costa (invierno), y no es una pesca selectiva ya que no hay predominio de ninguna especie (Corrales y Compaña, 2014)
Siglo I d.C.
Pilar Corrales Aguilar, «Torremuelle (Benalmádena, Spain)», RAMPPA, Atlantic-Mediterranean Excellence Network on Ancient Fishing Heritage (http://ramppa.uca.es/cetaria/torremuelle), 26 November, 2016.